Mis textos

Abril

Siempre he visto abril con un color amarillento, como si tuviera flores en mis manos. Flores brillantes y muy propias de la primavera.

Pero hoy sólo puedo ver morado. Todo es morado.

Abril llegó y está plagado de recuerdos, muchos recuerdos. Y morado, pero ya dije eso, ¿verdad? Lo cierto es que estoy disfrutándolo como nunca, aunque siempre he celebrado mis recuerdos.

Fue en abril cuando aprendí a la mala sobre expresar mis emociones en el momento. Es triste cómo las peores lecciones son las que te hacen sentar cabeza con cosas como esta. Te hacen querer volver en el tiempo para corregir esas malas decisiones, sobre todo si esas mismas decisiones pudieron cambiar el futuro. Y lo peor es que no se puede hacer nada para cambiar.

Muchas veces me he puesto a pensar sobre si el mes de abril debería contar como mi efecto mariposa. Hace muchos años callé algo grande, algo maravilloso y el silencio costó más de lo que imaginé alguna vez. Esa es la lección de la que te hablé, dije alguna vez a alguien. En abril la recuerdo mucho más.

Se cumple otro año, uno más. El presente se convierte en pasado, las personas en recuerdos y el morado sigue en todas partes. A pesar de todo, estoy disfrutándolo… Después de tantos años, tantas palabras y tantas pruebas, por fin terminé un proyecto en el que estuve trabajando mucho tiempo. En el más especial. Se siente muy bien.

Hay cosas que nunca van a ocurrir. Cosas que nunca voy a saber. Pero sé que un abril me cambió la vida por completo y yo soy de las que no olvidan.

Yo nunca olvido nada.

El mood de abril

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